domingo, 27 de enero de 2019

MARTIN SORRONDEGUY, EL PUNK, CHILE, STRAIGHT EDGE, SUS BANDAS, EL TRABAJO Y EL AMOR A LOS 50 AÑOS (ENTRE OTRAS COSAS)


Martin en su departamento en Pilsen.

Junio 25 de 2018, Chi-Town Fútbol, Chicago, Illinois
Yo estaba parado, solo, mirando la feria, la gente, sus vestimentas.
Tomaba agua.
-Hola Martin…
-Soy Gustavo de Chile.
-Hoola.
-El lunes estuve en el barrio de Pilsen y me acordé de la canción “No existen palomas blancas en mi barrio”. Chi-Town está muy cerca, ¿en la letra de Los Crudos te referías a ese sector?
-(sonrisa iluminada) Sí, de Pilsen y de otras zonas cercanas. En ese tiempo, la primera mitad de los noventa, era y es nuestro hogar, un barrio muy peligroso. Hoy es mucho más tranquilo; el lugar ha cambiado porque gente rica se está comprando edificios en este lugar. Pero las pandillas eran bravas.
Pilsen es el barrio mexicano/latino de Chicago. En sus añosos edificios de plantas bajas relucen coloridos y bien cuidados grafitis que maquillan las décadas.
El español es el idioma común, mujeres que han trabajado toda su vida para educar a sus hijos, con suerte, hablan un par de oraciones en inglés, es una realidad marcada por el sacrificio para alcanzar oportunidades que aprovechan sus retoños.
Seguimos en la tocata.
Esa noche se presentan Acela, Violent End, Riesgo, Criminal Code, de Seattle, y Haram, de Nueva York.
-Mira José, él es Gustavo, de Chile.
Los tres conversamos de la época que nacieron Los Crudos, cuando Assück, Born Against y otras bandas influyentes se extinguían. También hablamos de Chile y el lamentable 2013.
Los siguientes meses, sobretodo en las actividades que se realizaban en Pilsen, Martin estaba ahí, con su cámara, sus poleras sin mangas, y su pasión por registrar los pequeños y grandes momentos de su barrio.
Rápidamente quedamos de juntarnos, hablamos varias veces mientras las bandas se instalaban o al final de un show.  

25 de septiembre de 2018, Pilsen. Chicago, IL.
Quedamos de reunirnos a las 17 horas, en el sur de Chicago, en la dirección que Martin me dio.
La dirección me llevó a un edificio de cuatro plantas, donde después me contaría que ahí viven sus padres, su hermana, en distintos pisos independientes, pero conectados por la escalera principal.
Después recordé haber visto esa frontis con punks sentados en la escalera que da a la calle.
Martin vive en el último nivel.
Al ingresar a su hogar lo primero que ves es una muralla de discos, que confiesa, eran casi el triple pero que empezó a “soltar” con el fin de quedarse con lo que realmente le gusta: Anti-Cimex, Chumbawamba, Crass, entre miles más están en la pared, me muestra los 7”s de Minor Threat, que consiguió baratos, uno; el otro fue un regalo de una vieja punk. La lista es interminable.
En el universo de Martin se sabe que hay discos que se tasan fácilmente sobre los mil dólares, pero el intercambio, o los regalos, o cosas que consigue baratas es porque se mueve en un ambiente donde se sabe que si te regalan algo, no lo venderás y si lo consigues a un bajo precio después no lo estarás colgando en E-bay por una suma abultada.
Los discos curiosamente serán lo menos llamativo del hogar de Martin. Lo que sorprende son los miles de flyers, desde los anales del punk hasta nuestros días; de los cientos de afiches de Raymond Pettibon, de Black Flag, Minor Threat, Dropdead y un sin fin, ordenados por coordenadas geográficas.
En casa de Martín está todo sobre Los Crudos, los afiches, tapas; y Limp Wrist. Martin siempre se da el tiempo de contar anécdotas, detalles de cómo consiguió tal y tal cosas. También está todo Lengua Armada y hay fanzines por doquier.
El orden de sus cosas es casi obsesivo.
Es un museo del punk Americano sin querer serlo.

Afiche pegado en el local 2040 de Chicago.
1998-2000 (Después de “Los primeros gritos”)
Después de Los Crudos empecé con Limp Wrist; hice, además, varios proyectos musicales, hice Trágatelo, durante la época de Los Crudos estaba Arma Contra Arma, José y yo más dos hermanos de México que estaban viviendo acá; también hice N/N, Needles. Ahora estoy empezando un nuevo proyecto, se llama Canal Irreal, el nombre es un juego, es como si fuera un programa de televisión, algo mas raro, tan impresionante, que es irreal, no lo puedes creer. Nos gustó el juego de palabras y quedó para la banda…. ¡También tuve Alambres! Con esta banda recién estamos viendo como sonamos.
Cuando me fui de Chicago, en el 2000, me fui a California. En esos dos años que estuve aquí estuve con Limp Wrist. La mayor parte de los muchachos vivían en el Este. También pasé mucho tiempo en Filadelfia, New York , escribiendo temas, ensayando. De hecho, la primera tocada que hicimos fue en Filadelfia.
Me subía a los omnibuses, que eran más baratos. Me tomaba uno de Chicago a Filadelfia, qué sé yo, 50 dólares o algo así. Entonces, yo guardaba el dinero para hacer cosas. ¿Cómo me mantenía? No usaba tanto dinero, era llegar ahí, me quedaba con los amigos, comíamos barato; era así, muy punk en el sentido de que... es que también era una época en que las cosas no eran tan caras; era mas fácil, teníamos amigos que trabajaban en las tiendas de comida health food y entrábamos y nos regalaban la comida… jajajá, entonces, siempre había maneras de sobrevivir y hacer las cosas.
Y seguía, claro, con Lengua Armada, respondiendo cartas, sacando discos, intercambiando, tenía una distro, iba a las tocadas o cuando tocaba tenia una caja de discos para vender.
No sacaba ganancias y si lo lograba la gastaba en el sello, entonces, siempre era como un balance, ¿si sacabas un poco más?, ¡qué bueno!, pero hacías algo, no sé, sacar un nuevo discos. Yo reciclaba el dinero que entraba; pero también nosotros hacíamos las cosas tan baratas. Charles Bronson costaba cinco dólares, que no es nada hoy. Un 7”, hoy, te sale siete dólares. En esa época, los noventa, la gente vendía discos, un elepé a ocho dólares y era común, y nosotros vendíamos a 5 pesos.
Hay discos, como el de Charles Bronson, que hoy si lo encuentras cuesta mucho mas, mucho más, pero esa es otra conversación, donde las cosas que antes eran gratis hoy valen dinero.
Desde el ’98 estuve en Chicago hasta el 2000, luego me fui a California. Me fui por un novio que tenia y me fui para allá para vivir con él, y él no era punk, era artista. Yo en ese entonces trabajaba en educación; entonces, todo bien, pero él siempre me decía: “Cómo vos regalas todo”. Siempre mis novios se quejaban que yo regalaba todo. “Vos siempre estás dando a todo el mundo y no lo entendían por qué hacia eso, y es porque mi punk es eso de compartir, intercambiar, hacer cosas, conocer gente, es algo muy importante. Ahora es más complicado, podés hacerlo pero si yo le doy algo raro a alguien, algo distinto, algo viejo, después estás cruzando los dedos para que no lo estén vendiendo en E-bay… “Hey, viejo, te lo regalé!”. Hay mucha gente que paró de hacer eso porque no sabían qué iba a pasar con lo que le regalaban.
Si tú vendes un disco barato es porque querés venderlo barato, no al precio de Discogs, o lo que sea, entonces, un loco viene lo compra y lo vende al triple por lo que lo vendiste. Entonces, es una joda.

Tiza, pizarra y ¡Maximum Rocknroll!
Estuve cinco años en Santa Ana, California, que está al sur de Los Angeles, y estuve cinco años, y después me fui a trabajar con Maximum Rocknroll en San Francisco.
En Santa Ana yo trabajaba con niños en una escuela, y eran programas de artes después de las clases. Cuando me puse a trabajar mas seriamente fue cuando llegué a California. Ahí trabajaba en una escuela montessori y ahí era bastante seria la cosa, no era arte- arte, pero hacía cosas ayudando con Historia, clases de inglés, eso era lo serio, cuando digo “serio”.
Me metí a la Universidad de San Francisco para agarrar mi credencial para ser maestro, estudié Pedagogía Secundaria y cuando salí de ahí me dieron un trabajo en California en un liceo secundario y ahí trabajé por cuatro años y era maestro de arte.
Siempre tuve trabajos, no vivía de Lengua Armada. En gira podés ganar un poco para sobrevivir y, además, te dan de comer, pero cuando estaba en casa yo trabajaba en un programa de juventud, con jóvenes, y ahí sacaba plata. Atrás de eso podía viajar también, pero también, en ese entonces, las cosas eran baratas.
Por ejemplo, antes tenía un departamento que era dos veces más grandes que esto, dos baños, cuatro recamaras y la renta era 390 dólares, ¡que no es nada!, y yo estaba solo y dije: “¡Esto es demasiado espacio!”. Entonces, entraron varios de Los Crudos, y ahí estábamos viviendo y con otros amigos y mi renta eran 100 dólares. Para una gira tenia dinero, yo podía ahorrar plata, eso cuando estaba en Chicago.
En California fue más complicado, mi renta, a pesar que estaba en San Francisco, no era tan cara; una de mis compañeras con la que yo vivía tenia el apartamento desde los noventa y tenia rent control.
Estuve cinco años con mi pareja, nos separamos y me fui a la Maximum Rocknroll. Y después de trabajar como tres años de coordinador de distribución, pensé en el plan de estudiar para recibir mi credencial.
La experiencia en la Maximum Rocknrolll fue buenísima. Yo me quedé ahí en San Francisco, me quedé como diez años; vivía a la vuelta de la MRR, y estuve ahí hasta que perdimos el apartamento. Yo todavía trabajo con Maximum pero a larga distancia: escribo, mando fotos y todavía ayudo con el grupo que se reúne para ver qué se puede hacer con la revista.
El trabajo en la Maximum fue increíble, me gustó mucho… me gustaron los proyectos que hicimos, sacar discos, hacer un diseño especial, de una camisa, sacaba fotos de aquí, de bandas, siempre era generando contenidos.
La revista siempre está cambiando y depende de la gente que la está manejando, por eso siempre está cambiando un poco. Si miras los años te das cuenta que había algo que pasó, y eso viene atrás, de los cambios de la gente que lo coge, que lo maneja, en este momento van bien pero igual va a cambiar, ¡nunca se sabe! Es una revista que tiene 35 años y antes de eso era un programa de radio, entonces estamos hablando de una cosas que empezó el ‘77 y todavía sigue, eso sobrevive a mucha gente… el que lo empezó falleció hace años. También hay otros que han fallecido, entonces, tiene mucha historia, mucho para contar.
Cuando estaba en California seguía con Limp Wrist y además empecé a organizar conciertos en Santa Ana. Traje a La Fraction, a Disclose, de Japón, a Career Suicide.  Empecé a invitar bandas, porque sentía que faltaba mucho del diy punk y empecé a invitar gente y estuvo muy bueno

Mira ¡Es Martin!
En el principio la gente que me conoce desde años son mis amigos, ahí no me da nada raro, son los más jóvenes, es como “Ooh eres tú, Martín”, pero nunca le echaba mucha leña o importancia; era: “Sí, cómo te llamás?” y eso es; tú eres punk y yo soy punk voy a organizar un show, ¿quieres ayudar? Y es un balance entre esas personas y yo, es que me recuerdo: una vez un chico me dijo: “Fírmame esto”, y yo le dije: “Pará, no”, y él respondió algo así como “hijo de puta” y yo le dije: “Hey!, yo siempre estoy aquí, yo te puedo firmar esto y no hablar más, pero yo siempre estoy aquí, y podemos ser amigos, qué preferís...
Para mí es raro, pasa eso, y en Chicago yo voy a los concierto siempre y yo todavía estoy interesado en música, en lo que es nuevo, en lo que esta saliendo del punk. Tengo interés en eso, y ahí ves, hay jóvenes que se ponen como “uy, es Martin de Los Crudos”, y yo soy una persona común y corriente que quiere tener esa experiencia de música, de arte.

De regreso a casa… las cosas estaban cambiando en San Francisco
Mis padres, mis viejos, se están poniendo viejos. Mi papá tiene 87 y mi mamá 79 y era tiempo en volver. Las cosas estaban cambiando en San Francisco dramáticamente. San Francisco, antes, era una ciudad que era muy especial, que era muy artística, muy punk. En una época habían miles y miles de punks que vivían en la ciudad; habían muchas cosas y con el tiempo fue cambiando.
En los noventa todavía era muy interesante, pero hubo golpes muy duros… ¿que pasó? El sida mató a mucha gente gay, a gente muy creativa… también, toda la movida de la tecnología y las multinacionales empezaron a mudarse a San Francisco, a esa zona, y compraron casi todo. Hoy es difícil, es casi imposible para un músico sobrevivir allá; San Francisco se acabó para mucha gente y tuvieron que irse. Y nosotros perdimos nuestro departamento y esto para mí me pasó en un tiempo muy especifico, entonces, dije: “Yo tengo que volver a Chicago, mis padres se están poniendo viejos, ya quiero estar ahí por un rato. No creo que me quede el resto de mi vida en Chicago, pero por ahora estoy bien aquí.

El amor, la distancia, los años
Tengo pareja aún en California, mi relación es a larga distancia. Y lo hacemos así: él estuvo hace poco aquí y yo me voy pronto a visitarlo. Llevamos más de 14 años juntos: yo tengo 50 y el 68 años. ¿Cómo es estar tanto tiempo de una persona y después es estar lejos de ella? Hay momentos… pero desde el principio estamos a larga distancia; él vive en Fresno, a tres horas manejando de donde vivía, entonces, nos veíamos los fines de semana… pero nosotros nos acostumbramos. Yo no me siento que lo necesito acá. Hablamos todos los días, hay momentos que sería lindo tenerlo acá… pero si me pongo muy desesperado, si lo extraño y tengo que verlo es un vuelo de cuatro horas.
Cuando era mucho más joven pensé en tener hijos, pero no es mi vida: yo tengo mis sobrinos, yo siempre soy el tío, y me gusta ser parte de su vida, de su familia y es suficiente para mí, no necesito más.
No sé qué irá a pasar conmigo en 10, 20 o más años. Es difícil pensar tantos años adelantados y no me gusta hacerlo. A veces pienso un poco… ¿voy a vivir a los 80, los 70 años? ¿Viviré mañana? No lo sé, yo creo que quiero tomar cada día, que llegue, me gusta así, hacer planes en el sentido que quiero hacer una gira, no sé, por ejemplo, vivir en un lugar y ver como me va; pienso, hoy no me gusta como están los Estados Unidos ahora, son cosas que pienso, pienso en mi arte, en mi fotografía.
Siempre estoy haciendo cosas, ahora voy a sacar un disco de una banda que se llama Mock Execution, les sacare un 7”; eso no fue en los planes originales, pero pasó de golpe y quiero hacerlo, y entonces uno siempre puede tener un plan, pero nunca hay nada fijo, todo cambia.

Con el trabajo, sino ¿Cómo paramos esto?
Aquí en Chicago estoy trabajando con adultos en el área de la educación, tratando de ayudar. Los alumnos, en su mayoría, son madres inmigrantes y trabajo ayudándolas a recibir su diploma de secundaria, ese es mi trabajo; también hago clases de computación con ellos, porque muchas de ellas no tienen experiencia; mi jefe es la Universidad de Illinois de Chicago, pero trabajamos en los barrios, entonces yo trabajo por el 47 y Ashland y ese barrio es bastante bravo.
Mi trabajo es bastante normal, el horario es regular y eso es difícil para mí, eso es complicado… la ultima vez desperté en la noche con cosas en la mente, eran las 3 de la mañana con cosas en la mente; a veces no sé de donde saco la energía; hay momentos que yo me siento “Uff”, ando cansado. No puedo hacer las cosas como antes, que era joven y no dormía dos días y estaba trabajando y hacía cosas.
Cuando estudiaba fotografía me quedaba en el cuarto oscuro haciendo fotos, imprimiendo, eso no lo puedo hacer ya, me cuesta quedarme despierto hasta las 2, 3 de la mañana, porque me levanto a las 5 y media para trabajar y no puedo cambiar mi horario. Con este trabajo todo cambia, pero ya no puedo hacer lo de antes.
Mis jefas saben a lo que me dedico, los alumnos no, no hablo de eso, la verdad trato de dejar las cosas separadas, quiero enfocarme en lo que estamos haciendo, en la materia, el enfoque es de ellas, tratando de ayudarlas y no en lo que yo hago.

Somos punks, no tenemos que hacer eso
Estuve en México el mes pasado y caminando por la calle pasó varias veces, chicos vendiendo algo en la calle y uno me grita: “Hey, Martin, qué pasó”. Otro día pasando por una tienda y los muchachos adentro y uno tenia tatuada la cara y de repente siento unos gritos, y me doy vuelta y me estaban siguiendo: “¡Martín!”, me tomaron fotos, pero esta bien, es que yo no sabia, yo voy caminando… en México me pasó que iba pasando por la casa donde se quedaba el nuevo Presidente y había un montón de periodistas y uno de los muchachos me para y me dice: “Martín, ¿qué estás haciendo acá? Yo vi a Los Crudos y a Limp Wrist”.
Pero es que claro, cuando haces algo por tanto tiempo va a pasar eso; si acumulas a toda la gente que nos ha visto en todas las bandas es mucha gente, pero a veces prefiero calmarlo, tomémonos una foto, ¿cómo te llamas?, es que eso está bien, entiendo que pasa, pero también es un poco incómodo. Años atrás, me pasó en California, mi ex novio se sintió  por como unos chicos me empezaron a gritar y tuve que calmarlos, y tuve que decirles: “Calma, loco, es mucha atención”, y otra gente mirando y era raro y yo les decía “Somos punks, no tenemos que hacer eso, si quieres podemos hablar, pero si gritas así me da miedo, es raro”.

Los Crudos: Nunca nada cambia
Con Los Crudos estamos hablando de escribir un nuevo 7”, lo que no queremos hacer es tocar muy seguido, de vez en cuando, creo. También es porque el bajista vive en California, no podemos tocar en cualquier momento, depende de todo, de qué queremos hacer. La pregunta de qué se va a tratar, pero en algún momento se va a hacer algo más.
Desde que empezamos con Los Crudos, lo que expresamos, no ha cambiado nada, ¡no ha cambiado nada! Todo está más abierto, con internet te das cuenta de la cantidad de gente racista, de gente que son fachos, eso está más a la vista. Es más fácil encontrarlos.
Yo pienso que Internet le dio la cara a algo que sabíamos que existía, pero también tenemos un Presidente y toda su gente que es lo peor que henos tenido, creo y es como no sé, yo creo que lo que escribimos hace casi 30 años atrás tiene mas sentido hoy que en esa época… es como… fuck!
He escrito muchas canciones, muchas letras, si lo acumulas es mucho. Yo pienso ahora lo que hago, si es algo que quiero decir hay tantas, distintas formas de llegar a un mensaje o a una idea que no tiene que ser por este camino o por otro; no sé si tiene sentido, pero me gusta jugar con las palabras. Yo quiero escribir cosas que no son políticas, son personales, son una frustración, no tiene que ser algo súper dogmático, no, eso no quiero, no quiero escribir letras que sean un panfleto, nunca me gustó eso.
Hoy en día tengo bandas muy distintas, Limp Wrist y Los Crudos son muy distintas, una es más sexual y me encanta, y es otra es mas para expresarme, Los Crudos es un poco más serio, más enfocado en la reflexión de lo que está pasando en el mundo hoy, acá o dónde sea, si tengo que escribir tendría que sentarme y pensar.. qué puedo decir de la basura de este Presidente que tenemos de la manera que no mencione su nombre.

Obama, es la política… y Trump
Esa es la primer elección que voté en m vida; antes no votaba porque no era ciudadano, y cuando me hice ciudadano no quise votar por mi política punk, o lo que sea, pero entonces, cuando llegó este momento que llegó Obama, me gustaba cómo hablaba, me gustaba su forma de presentarse, pero también pensaba que era difícil, complicado pensando en la historia de este país y hasta que llegó el momento en el que había un candidato que era inteligente, que era negro impactó y movió a mucha gente y yo y otros punks también acá, y para muchos de nosotros fue a primera vez que votamos y yo estaba muy asustado… pensé que no iba a ganar, no sé si iba a ser posible, pero me recuerdo el día de la elección y yo esta recorriendo la calle y estaba muy nervioso cuando voté.
Entonces, estaba en la casa y estaba todo súper raro; yo estaba muy pensativo pensando qué va a pasar y me llama Scott de Limp Wrist y me dice: Martín, estoy en el Castro”, un bar gay donde íbamos, en San Francisco. Voy y hay mucha gente, y dije “Bueno”.
Voy y bajé y estamos ahí y cuando anunciaron que ganó Obama fue impresionante, porque había un montón de hombres, señoras, llorando porque no lo podían creer ¡Nadie lo podía creer! Era ¿Cómo un hombre negro ganó en este país? Lo que significa eso, con una historia tan racista, cuando piensas en toda esa historia… nadie pensaba que en nuestras vidas podía pasar eso y en ese sentido fue algo tremendo para todos, en un momento la calle estaba llena de miles de personas ¡y era una fiesta loca!, fue un momento muy feliz, para mí era una patada en la cara y el culo al Ku Klux Klan y toda esa historia, para mi fue impactante en ese sentido.
Después, ya electo, habían cosas buenas y malas, es como en la política, en realidad.
Él firmó el contrato con Monsanto y eso me molestó: no lo podía creer, ¿por qué nos están envenenando? y eso para mí no, aquí es la política de mierda, es lo que pensé.
En las últimas elecciones yo quería ver si Bernie Sanders podía correr y mucha gente de izquierda quedó furiosa porque no puedo. Yo no apoyaba a Hillary Clinton ni menos Trump, entonces era como, no, en esto no voy a participar.
El problema de la gente de las ciudades grandes es que nosotros pensamos que el mundo es así, porque lo vivimos así, pero la vida en el pueblo, en la vida country no lo ven así, y hay mucha gente que tienen ideas muy derechistas y muy conservadoras y no sé, es un mundo muy distinto, entonces, para la gente en las ciudades grandes, era como un choque, y él sabia que para ganar debía convencer a toda esta gente de que él era su gente; él dijo cosas súper feas, racistas y todo y eso y le gustaba a la gente. Y  ganó. También nosotros tenemos un sistema electoral muy torcido que no tiene balance.

Cadenas, trasero al aire, Limp Wrist (y house)
Facades es como algo que parece pero no lo es, es como la fachada de un edificio, te muestra una cara pero puede ser otra cosa.
La foto de la portada la hicimos en San Francisco, y yo quise hacer un retrato de la banda y creo que estamos todos juntos escribiendo música, pero también había una tocada y nos vestimos así, jajajá, y me senté con esa foto por casi cuatro años esperando… no la quería mostrar hasta que sacamos el disco. Tuvimos demasiada paciencia. Yo estaba así, quería mostrar la foto al mundo.
La música del lado B, que es muy diferente, es porque nos gusta esa música también. La cosa es esta: desde niños, de joven, siempre me gustaron muchos estilos de música. Yo no nací punk; no era la única cosa que escuchaba y no fue así para mucha gente: la mayor parte de la gente aquí en Chicago.
Casi todos los jóvenes que vienen de barrios latinos o negros escuchábamos la música house… Casi todos los chicos de Sin Orden se criaron escuchando música house, porque era la música del barrio Pilsen y muchos más barrios latinos y negros… tenías música cultural y house. Los chicos de Sin Orden escuchaban rancheras y house y les llegó el punk.

Canciones, el disco que casi no escucha
Hay discos con los que quedé contento y otros no. Es difícil esto, me gustó como salió el último disco de Needles, el de Limp Wrist, de Los Crudos no me gustó el Canciones para liberar nuestras fronteras; no me gustó como salió mi voz en ese disco, pero me encanta el disco compartido con Spitboy; en el disco de Trágatelo toqué en la batería, generalmente, cuando saco algo me gusta. El único con el que tengo problemas es con el Canciones para liberar ... Ese es el único disco que me sentí mal y casi no lo puedo escuchar.

Ponte (poca) ropa y al escenario
¿La ropa para Limp Wrist? Para los pantalones, voy a una tienda de segunda y compro vaqueros viejos, y los cortos hasta que queda casi nada; los suspensores son de cuero, esos los compré en San Francisco en una zona de cueros; también tengo un sombrero, tenia una antigua que me robaron en la vez pasada, era una clásica de cuero que tenia cadena… y eso me lo robaron en Argentina; durante el show un tipo subió, me lo arrancó de la cabeza y se fue. Ahora tengo uno nuevo, conseguido en una tienda de cuero de Los Ángeles. Si veo algo y es bueno, lo llevo.
Antes, cuando estaba en Los Crudos podía pasar un calor brutal, y no me quitaba la camisa o nada, yo era flaco en esa época. Yo no sé cómo me entraba vergüenza y no sé de dónde vino eso; me criaron católico, no sé si detrás de eso venía el no mostrar tu pecho: era algo raro. En los últimos años de Los Crudos, yo estaba en Canadá, y pensé que está será la primera vez que me sacó la camiseta, y fue poco a poco, explorándome a mí mismo, y tratando de empujarme los limites que tuve en mi propia mente y cómo pensaba las cosas.
Poco a poco fui moviendo las cosas y haciendo el esfuerzo para cambiar ciertas cosas, había una época que sentía que tenia tantas reglas en mi vida, era straight edge.

Ejército de salvación sxe
Fui straight edge desde 1982 hasta el 2007, 2008. Estuve casi desde los inicios, y es porque yo era straight edge antes de que estuviera metido en el punk. No sabia quiénes eran los Minor Threat. Yo no bebía ni me drogaba porque no quería ser como otros chicos del barrio que se estaban drogando y todo eso. Y a través del punk me enteré del straight edge; y para mí tenía sentido eso porque no me gustaba que la gente se drogara o emborrachara y yo no sabía si estaban vivos o muertos, y yo no quería eso para mí. Era un descontrol y siempre quería tener un control de mí mismo; y cuando me enteré de esto dije “Esto es fácil para mí… y me gustaban las bandas straight edge, pero yo hablo de los viejos tiempos.
La primera vez que vino Youth of Today a Chicago me gustaron, me gustó su energía, estaba bien, y empezaron a llegar más bandas y todo, pero cuando la primera vez que escuché straight edge, creo que el año 85 y era Minor Threat.
Después las cosas cambiaron, cuando me preguntaban qué bandas de Nueva York te gustan yo respondía Heartattack, Reagan Youth, y me decían: “Noo, Sick of it all”, y yo los escuchaba y era diferente. lo que me gustaba de los más antiguos era porque sonaban punk.
Después empiezan las reglas, la militancia, para mí eso es basura, no quiero nada de eso. Militantes cerrados, que dicen esto es mi mundo, a la mierda con el resto del mundo, fuck everybody else. Yo no quiero eso, eso era como contrapunk; eso lo haces vos, tú y tus amigos y se visten todos iguales, y comen así, y se visten así, y no había espacio para moverse para crecer. Y esa es una de as cosas horribles del punk, donde nadie puede cometer un error, no dan un espacio para cometer un error y aprender de ese error. Hiciste algo mal, estás condenado: “Andate a cagar”, “te echamos de la escena”… yo no lo entiendo, no tiene sentido, pero hay gente que le gusta eso.
Empecé poquito a poquito, me gusta el vino y me siento bien con el vino. No soy un tipo que haya dicho que soy un straight edge militante y ahora me inyecto heroína. No fue nada de eso: tomo vino y no me emborracho. El propósito straight edge era “controlando el descontrol” y llegó un momento que todo era tan militante, tan estricto y bueno, si quieres manejar tu vida así, anda, pásalo bien.
Yo odiaba la escena de Victory Records, sus bandas, yo era straight edge en esa época y esa gente eran podridos. Yo era un punk y yo intenté en el principio juntarme con ellos, ver qué pasaba, pero ahí empezaron con las reglas, todas esas bandas. También otra gente empezó a meterse en las religiones, el hare krishna… y yo me preguntaba ¿Qué pasa?
Entonces ese straight edge no es mi escena, no es mi mundo; ellos se separaron del punk. Youth of Today tocó con 7 Seconds, Christ on Parade; Indigesti de Italia, ¡todos en el mismo concierto! Pero finalmente todos se fueron separando, todos después eran un mundo aparte y nadie tenia que ver con el punk y la unidad… y para mí era como bueno, nosotros vamos a hacer nuestras cosas con otros punks en Chicago, con Charles Bronson, Mk ultra, Los Crudos; en las tocadas habían straight edge´s y no straight edge´s y vamos,  no importaba, vamos a tocar juntos, vamos a hacer cosas positivas, vamos a tocar en los barrios con los chicos latinos y con los que quieran hacer algo diferente.
Nuestra perspectiva era diferente, nosotros no veníamos de los suburbios ricos, veníamos de los barrios y el enfoque era: los chicos y el barrio, qué está pasando, se están matando entre ellos, con las pandillas, y queríamos algo diferente.
Y cuando alguien viene y me habla que suena tan afuera de mi mundo no pasa nada, es bueno escuchar cosas, pero cuando vienen y dicen estas son mis reglas, es como “No, men”, yo tengo otros trabajos que hacer.

En Pilsen, los malos ahora son otros
Si antes las pandillas y la violencia era un problema, ahora es otro: hay un político de mierda que está vendiendo el barrio, se llama Danny Solís y él ha desplazado más de diez mil mejicanos de este barrio en los últimos años ¿qué hace? Él hace todo fácil para que una gente, que tiene mucho dinero en sus espaldas, tome propiedades de gente cuando alguien falló en pagar los impuestos; empiezan a agarrar los edificios, los arreglan, los cambian y suben la renta. Además, si quieres armar un negocio tienes que ir por las oficinas de este loco y su gente para sacar los permisos. No se las dan a cualquier persona del barrio. Entonces, cambian todos los negocios del barrio, la gente empieza a comprar casas que son baratas o les ofrecen 60 mil dólares, a la gente que es muy vieja y ellos se van a México y a ellos no les importa, y han ido acumulando propiedades.
Hay gente mayor que tienen casas, que eran dueños de las casas… un amigo compró una casa, y era tan difícil para él, un ecuatoriano que vive acá. Él estaba tratado de comprar una casa de una señora vieja mexicana y venían y le ofrecían más dinero que el que mi amigo podía dar, y no podes competir con ese tipo de dinero y negocios. Esas son organizaciones que tienen millones de dólares… pero la señora, por alguna razón le cayó bien mi amigo y le dijo: “Te quiero vender la casa a ti”, pero estos locos ricos hasta trataron de comprar a sus hijos para convencer a la mamá de vender a ellos. La mamá se enteró y dijo: “A la mierda con ellos, son podridos”, y le vendió a mi amigo.

Las palomas blancas de mi barrio
El barrio tiene una historia bastante fuerte, es como el barrio de las “Empacadoras” hoy, donde hay mucha violencia, muchas pandillas, ahí está: disparan y matan, es un lugar bravo, así era antes.
Hoy Pilsen, en este momento, todo el “18” ha cambiado, los negocios, hay muchos de lana, pero todavía hay mucho latino... pero lo que pasa es que ellos no quieren, los ricos, un balance, quieren todo, entonces es como ... muchos jóvenes y gente que eran anti gentrificación, siempre dicen: “La gente blanca, la gente blanca”. Eso no pasaría si no tuvieran la ayuda y el apoyo de Danny Solís, esta persona parece como mexicano pero sus intereses son muy distintos, no son del pueblo.
Hoy día, los latinos se están desplazando al sur; es que Chicago está cambiando. El alcalde de Chicago es una mierda, ahora se va. Él ha hecho cosas en esta ciudad que son terribles, aumentaron los impuestos de propiedades 75% y hay un éxodo grandísimo de gente que era de chicago la gente se va. Esta no es la misma ciudad en la que a mí me criaron, no me gusta, se puso caro, yo te hablo 7 años atrás, no era tan caro, ahora olvídate, podría ir por hamburguesas, papas fritas y bebidas y eran 7 dólares, y ahora son 13 dólares, ya no es barato, se acabó. Las rentas en Pilsen… donde yo tenía mi apartamento por 390 al mes ahora está a tres mil dólares.

Si lo escucho, me gusta, trato de sacarlo
Yo edito algo cuando realmente me gusta y me dejan sacarlo, pero no estoy como otros sellos hambrientos buscando la próxima banda para editar, no tengo intereses en eso. Yo trabajo para financiar el sello, y después recupero.
Empecé el sello con Los Crudos, pero antes también saqué discos. A fines de los ochenta saqué un 7” de bandas de Chicago como Screaching Weasel, bandas punks de acá, con los antiguos Pegboy, Bloodsport, y otras bandas que eran de Chicago, porque en esa época, yo y mis amigos hacíamos un fanzine que se llamaba What the fuck y ese fue el primer disco en el que participé en editar. Después hice un elepé a beneficio de los derechos de los indígenas… estaba Misery y otras bandas que no recuerdo.
En ese entonces era caro editar, pero ese lo hice con un amigo, y los dos estábamos muy metidos en el movimiento de apoyar a los indígenas en esa época.
Y en los noventa parte Lengua Armada. Sacamos los discos de Los Crudos y Mk Ultra, Charles Bronson, las cosas locales, y saqué compilaciones y otras bandas que conocía y que me gustaban dentro de los Estados Unidos.
Para mí fue un honor tremendo reeditar el disco de Leuzemia, ese disco es uno de los mejores de Latinoamérica del punk, en mi opinión, claro, esos temas. Junto al primero de Los Violadores son el top one del punk latinoamericano. También edité por primera vez el 7” de Los Invasores de Uruguay, me encantan. Me gustó mucho lo que hemos hecho con Limp Wrist, el primero de Sin Orden me encanta. La banda Ilegal de Canadá también. Reedité el disco de G3, hice el 7” de Anti-dogmatikss de España que me encanta, E-150, que son muy buenos, pero esa fue reedición.
Me gustaron las bandas de Los Ángeles que saqué: Tuberculisis, Rayos X, Criaturas, en realidad saco lo que escucho y me gusta.

¿Escuchaste de intercambios en el extranjero?
Hoy cuesta todo más caro, yo he escuchado a gente que me dice “Quiero los precios de los noventa”, qué pasó? Esto sorprendió a mucha gente, yo estaba vendiendo a tres dólares los discos en persona y llegaron unas bandas más jóvenes y los vendían a 5, 6 ó 7 dólares y yo me preguntaba, ¿qué caro es eso?
Una vez una persona me respondió de una forma rara cuando le pregunté en una tocada en California y él me respondió: “Bueno, ¿vos has escuchado de los cambios e intercambios internacionales? Y mi amigo que estaba conmigo se puso rojo, la cara furiosa y le dijo “Vos no sabes con quién estás hablando, este es el hijo de puta que hizo intercambios con todo el mundo!” Era como quién sos vos, oh my god.
En el principio no lo entendían, pero había gente que decía: “Quiero precios de los noventa”… pero lo que cambió también en los noventa podías conseguir mil a dos mil personas que te compraban los discos. Si hoy sacas mil o dos mil te los vas a tener que comer porque nadie los va a comprar.

Chile, 2013, What the fuck! ¿Qué está pasando?
No sé qué pasó en Chile. Habían varias cosas que pasaron, primero llegamos ese día o en la noche, pero estuvimos ahí menos de 24 horas antes del show. La última vez que estuve allá fue en los noventa, y la escena explotó: había mucha más gente ahora que en esa época, pero todo bien… Empieza el concierto pero me di cuenta que primero había un límite de cuánta gente podía entrar, pero de repente cambió eso y entraron de portazo muchas personas más, muchas, fue algo loco.
Había un grupo de jóvenes que estaban muy molestos de algo, lo que pasa y que no entendí y que no sabíamos de qué nos estaban hablando. Gritaban unas cosas y yo como, ok, algo de prisioneros y yo estaba bien, ok, cool, me imagino, yo podía adivinar de lo que hablaban pero detalles no sabíamos ni fu ni fa. Y ellos estaban molestos como porque sí, porque nosotros no sabíamos. A mí nadie me vino con información, yo era como ¿Qué está pasando acá?, no entiendo, pero como estaban enojados con nosotros. era muy confuso para nosotros.
Había un chico y una chica, aunque ella no tanto porque ella estaba como parte de esa bola de gente, y el chico me habló y me estaba explicando algunas cosas y yo “ok… entiendo un poco mas ahora”. Había como una esperanza o esperaban que nosotros íbamos a no sé... no entiendo, porque ustedes no saben lo que esta pasando me decían, y bueno ¡porque tenemos vidas en otro lugar, en un país distinto y no sabemos todo lo que pasa en otros países!, cada uno tiene sus problemas, pero podemos juntarnos y unirnos y ustedes pueden hablar de lo que quieran y lo que esta pasando en su lugar, en su país y su ciudad. Entonces, había una tensión y era como What the fuck! ¿Qué esta pasando?
Incluso había un chico que nos insulta, nosotros estábamos visitando y esto nos tomó de sorpresa, fue raro, incómodo, después no nos dejan seguir tocando.
Terminamos de tocar, creo que Asesinos y la gente pedía más… fui, me senté un minuto y hasta unos chicos se me vinieron encima y el escenario se llenó y dije: “Ah, estos locos” y a uno le dije: “No me toques” y no sé qué. Yo estaba con un calor brutal, lo empujé: “Me estás ahogando, me estas viniendo encima”, y yo estaba what the fuck… Salimos para hacer más canciones, pero cortaron la electricidad y no prendieron el micrófono porque dijeron que la policía estaba afuera; y la gente salió y era un lio, entonces el día siguiente estaba en el mercado con Carlitos, y dice: “Mirá, loco”, y vemos a Los Crudos en televisión. Dicen: la banda punk chilena, Los Crudos.
Esa noche fue muy estresante; tuvimos que suspender la segunda tocada. El chico que organizó le estaban investigando, lo estaban demandando, tuvo que conseguir un abogado para que lo ayudaran porque la ciudad quería echarle la culpa a él. También nos estaban buscando a nosotros, Los Crudos. Tras el show, cuando vino a buscarnos el taxista, él dijo: “Ustedes son la banda que buscan” y ahí es cuando casi me cago.
Ahí me di vuelta, y le dije a los muchachos: “Nosotros no somos una banda, por favor”. Yo estaba nerviosísimo, estábamos preocupados cuando hicimos los trámites en el aeropuerto para salir de Chile.
Nos fuimos dos días después, porque ya teníamos el vuelo comprado. En ese tiempo caminamos por los alrededores del lugar donde nos hospedamos, que era algo parecido a un hotel.
Fue una lástima cómo se pudrió todo. No pudimos hacer las dos tocadas.
Nosotros no vamos más como banda a Santiago, a Chile, es que yo tengo el miedo, yo no tengo ganas de volver con Los Crudos, yo puedo ir pero estar con la banda y que digan que la última vez que vinieron hubo destrozos y tienen que pagar una multa… yo no puedo.
En el sur de España nos pasó algo parecido y ahí no vamos más.

Contrólate loco, es sólo un concierto de mierda
Yo pensé: “Este es un asunto chileno”, y la escena la tiene que arreglar, nosotros no estamos para arreglar los problemas de una escena, cada uno hace lo que puede. A veces la gente no quiere tomar responsabilidades de sus acciones, de las cosas que hacen.
Todo el asunto de Doom, las muertes, fue horrible.
Y hubo gente echándole la culpa a Doom y la gente que hicieron el portazo no toma responsabilidad por sus acciones. Es fácil echar la culpa a otra gente.
Todo el mundo supo lo que pasó en Chile. Nosotros compartimos temas para un beneficio para pasarle dinero a los familiares. Me sentí tan mal cuando supe eso, porque el hermano de uno de los punks que falleció me escribió. Este es un problema grave con el punk, porque si no hubiera muerto nadie esa noche por entrar gratis, los que hicieron el portazo estarían felices “¡Victoria, somos punks, no pagamos un puto peso!” y es así el punk, a veces, pero cuando falla y hay muertos y daños y nadie quiere tomar la responsabilidad: eso me molesto, y en vez de responsabilizarse le echaron la culpa a Doom, y eso fue una cagada y esa es mi opinión.
Yo no entiendo: “Contrólate, loco, es sólo un concierto de mierda”, ¿a quién le importan en el gran esquema del mundo? ¿A quién le importa? Fuck, fuck, fuck. Con Los Crudos, lo que nunca quería en mi concierto era que la gente se lastime que termine muerto, la violencia está en todas partes. Creamos esta escena porque no queríamos eso, entonces, a la mierda con la violencia.
Lo que pasa es que creo cada escena tiene que arreglar sus problemas, ninguna escena puede entrar a un lugar para resolver nada si hay un grupo de gente que se porta de un estilo estamos hablando de un tipo de violencia que termina con vidas.

Si no son buenos, jodete
Cuando la gente empieza a criticar, yo siempre les digo ¿Por qué no haces tu propia banda? y haces lo que quieres, ¿por qué vienes a joder? Yo entiendo que podés criticar lo que hacemos, ¡Critícame! Yo sé porque hago las cosas, yo estoy en esto toda mi vida, hasta la tumba me lo llevo. Y si no te gusta cómo lo hago, las cosas con mis bandas, hacé tu propia banda, pero hay gente que es muy crítica pero no crean nada, no hacen nada y hablan mierdas. Qué digo yo: hacé tu banda, y si no son buenos, jodete, escribí un buen tema, enfócate, hacé algo. Andá, levanta la batería, la guitarra, escribí temas, andá a ser la mejor banda del mundo…

Con las/os nuevos/as chicos/as del barrio
Con las nuevas generaciones para mí es un tema que tengo claro y que es difícil. Me encantan los chicos, en el sentido que yo los saludo, converso, si tienen una banda tomo fotos e sus bandas, pero es difícil tener una conversación con ellos: soy un hombre de 50 años, tenemos algunas cosas en común, te gusta la música, a mí también, ¿te gusta el punk? a mí también, pero cuando sale de ahí, afuera de esos temas, cambia mucho: estamos hablando de experiencias distintas… es así la vida. Nos saludamos, como va la banda, que estás haciendo, cómo va tu gente, esas son las cosas.
Hoy yo no salgo mucho, vos me vez en conciertos, en este último año bajó mucho mi participación, es que estoy trabajando y no quiero subirme al ombibus y llegar a la una a mi casa y levantarme a la 5. Antes era distinto, mucho más puntual. Hoy dicen, parte a las 7 y a las 11 recién está tocando la primera banda. Así no puedo, jajajá. 

Luego de cinco horas de conversación volví a casa.
Martín quedó planchando su camisa y sus pantalones.
Al día siguiente él debía trabajar.

(Entrevista realizada el 25 de septiembre de 2018 y publicada en el fanzine Latin Bliss, de Talcahuano).

CISNES SALVAJES 01: SUBIR EN BUSCA DEL AIRE Y EL EMO EN UN PAIS QUE ESTÁ AL FIN DEL MUNDO


Valentina, Yévenes, Chispa, Castro y Tavo. Marzo de 2003 en Concepción.

SUBIR EN BUSCA DEL AIRE, demo: Hardcore punk emocional desde el sur de Chile. La banda de Talcahuano, en 2003, gritó y habló sobre los pesares del modelo económico, la competencia y las frustraciones de los primeros años del nuevo siglo desde melodías sucias, tranquilas o intensas.  
Esta es una edición limitada testimonial de un trabajo que tuvo escasa difusión en su momento. Cisnes 01.





Foto de los inicios, cuando Valentina estaba en guitarra.

Alguna fecha en Concepción en 2004.
Uno de las primeras presentaciones.



CHICAGO SCENE REPORT O LOS NUEVOS AIRES DE LA CIUDAD DEL VIENTO


“Las cosas cambiaron, no son como antes”.
La frase suena obvia, sí; fue un amigo de la ciudad quien me comentó que no sueñe con encontrarme con una escena con sonidos y actitud que se dejó escuchar en los noventa en Chicago: no hay similares a Los Crudos, que están parados; Mk Ultra, Charles Bronson, Cap’n Jazz y tantos otros de diversas burbujas que tienen una palabra en común: el punk (y sus derivados) ya no tocan, se fueron de la ciudad, o están en otras bandas o en otras cosas.
Ya sabemos, con los años, la gente cambia.
Además, Gas Rag, Cülo y similares ya no tocan, que son de este siglo. Peor aún, Tarántula, una banda que tenía ganas escuchar en vivo –ya me escribía con su guitarra- aun toca pero está metida en un lío que los tiene en la corte punk, con golpiza incluida.
El siguiente es mi reporte, sesgado, de Chicago 1) porque es inabarcable, casi todas las semanas ves bandas nuevas 2) los estilos están divididos y no me comulgo con todo 3) No fui a nada macho core, religioso, místico, militante (es la ciudad de Victory) o dogmáticamente punk.
La primera tocata a la que asistí fue una que se realizó en TCC, un espacio que en una primera planta tiene una constante muestra de expresiones artísticas relacionadas con el DIY: ropa, zines, pinturas, comida (y cerveza para ayudar a financiar).
En el subterráneo, que tiene una pobre iluminación pero buena acústica, tocan las bandas. Esa noche, que pese al cliché era fría –de ese frío que parte los labios- tocó: Liquids, banda novel que graba a la velocidad de Agathocles. Son de Indiana –los nombro para explicar que casi todos los días bandas de todos los rincones Estados Unidos pasando por Chicago- y tocan un pegajoso garaje punk; tienen tapes, 7”´s y Lp´s.
Entonces ¿Qué suena en la ciudad del viento?

-Droids Blood: Son cuatro súper activos en la escena diy de Chicago: organizan fechas, tienen bandas, producen; apoyan la creación de otras agrupaciones. Tienen una demo que me recuerda mucho el sonido Vermiform, la parte instrumental me remite a Men’s Recovery Proyect. Scott tiene un timbre singular y, todo lo anterior, se complementa con un sintetizador que es melódico, a veces; en otras, es una transición de ruido entre temas. Además, tienen colaboraciones y un 7” de dos temas que acaba de salir (Yo espero, el próximo año, sacar material de ellos en tape. Son realmente increíbles, distintos). Sus letras y arte son con personalidad.
droidsblood.bandcamp.com


También en:  https://www.youtube.com/watch?v=Cvtayw1R_hg

-Riesgo: La banda de José Casas de Los Crudos y Carlos Ruiz de los disueltos Sin Orden es más que un remedo a sus anteriores bandas. Riesgo es volver a los ochenta, cuadrado pero con ciertas melodías entre el ruido. Y reverb, mucho reverb en la voz. Tienen sólo una demo (que reedité por Cisnes Salvajes –se lanzó el 3 de noviembre con arte original de Arturo Fresán-) y actualmente son una de las bandas más interesantes, a mi juicio, de lo que está sonando en Windy City. Y se nota: el público los escucha con atención, también se mueven al son de sus canciones. Son una experiencia.
riesgochi.bandcamp.com

-Dianetics: Junto a Droids Blood y Riesgo, Dianetics es de mis tres bandas favoritas de la ciudad: Hayley-Jane Blackstone llegó hace casi tres años a Chicago y junto a un ex Nema (Council Records, ¿te acuerdas del sello?) y dos amigos más armaron un grupo de canciones rápidas, con ciertos cambios de tiempo, sin efectos más que en la voz, que ellos llaman psychocore y que de verdad tiene ambiente. Tienen dos eps, Book learned y And Psycho Horse y esas mismas canciones en un casete. Buenas letras y melodías.
dianeticsuk.bandcamp.com/

-Chew: La banda que está tocando más, la banda que mueve más gente cuando toca en los pequeños espacios no es necesariamente la mejor y más novedosa. Chew es muy rápido, con quiebres, intenso, en vivo no tocan más de 13 minutos, sus letras son crípticas, a veces; otras, directas. A veces, entre medio tocan unas canciones a medio tiempo, muy gritadas, energéticas, bien logradas. Recién sacaron un LP por Iron Lung, Feeding Frenzy y tienen tres epés, uno en solitario y dos splits con Rash y Penetrode.
dianeticsuk.bandcamp.com/



También en: https://www.youtube.com/watch?v=CjB19pZIgC8

-Violent End: Hardcore punk rápido, estilo furioso en la voz, quizás influenciado por Infest. Tienen un demo y un 7” editado por Lengua Armada. Sus letras son claras y directas. Con gente de bandas como The Repos, Raw Nerve, Manipulation, Chronic Seizure and Vile Gash.
https://www.youtube.com/watch?v=MJ7WImTxkqQ

-The Repos: Estos vendrían a ser la banda activa más importante que está tocando en Chicago, dentro del universo hardcore punk local. Desde 2004 a la fecha tienen 13 trabajos, entre elepés, casetes, singles y splits en siete pulgadas con bandas como Spine y Fourteen or Fight. Sus miembros han tocado en Charles Bronson, Das Oath, Pretentious Assholes,Mushuganas, Vaaults, The Ropes, Vile Gash, Violent End, entre varias más. The Repos es esas bandas rápidas, gritadas que cantan sobre los problemas del mundo sin desperdicios.
youthattack.bandcamp.com/album/poser



-Mock Execution: Tahib, su bajista, es de Singapure, llegó hace tres años a Chicago y, además de tocar en Droids Blood, Melanin, participa en esta banda que empezó este año pero que ha tocado bastante desde que partió. Suenan a Anti-Cimex y bandas de esas tierras, sus letras, artes y estética están en esa sintonía. Tienen una demo y Lengua Armada les editará prontamente su primer 7 pulgadas (el texto fue escrito en noviembre de 2018; actualmente el disco está a la venta).
mockexecutionpunk.bandcamp.com/releases



También en: https://www.youtube.com/watch?v=VyeimmgyELY

-Udüsic: Sarah Ryczek llegó del Este a la ciudad. Ella es fácil verla apoyando bandas, organizando shows, rifas y otras actividades. Con Udüsic está desde 2014/15 y tienen dos siete pulgadas y un casete benéfico. Editados por Painkiller Records, hardcore punk de medio tiempo. No es acelerado, tampoco es lento, es sucio pero con cierta vocación melódica. Los vi una vez, a la pasada y no pesqué tanto. Error, escuché sus discos ¡Me encantaron! Muy recomendables.
udusic.bandcamp.com

-Anticuerpo: No sé si han tocado más de cinco veces, son gente muy joven pero a la vez son las nuevas caras que se observan en la escena diy de Chicago, que tiene una larga tradición desde los años que Naked Raygun despuntaba. La vez que los vi me gustaron porque eran tan precarios y cuadrados como los Revolución X. Mucho entusiasmo, crítica y punk rock. Esperemos su primer trabajo.

-Primitive Teeth: Es un trío influenciado por bandas como Slant 6 y Autoclave. Tocan constantemente pese a que carecen de registros, más que –según entiendo, puedo estar equivocado a la fecha- una demo benéfica. Gozan de atención del público. Kaara, Christine y Bryan vienen de bandas tan disímiles como Violent End, Split Feet, Daylight Robbery y Chronic Seizure. 

-Tierra Muerta: De esta acotada lista, Tierra Muerta sería la única que es heredera de ese sonido tan característico del hardcore punk que se hizo en Pilsen, Chicago, en los noventa. Consciencia y crítica social, anarquismo, diversidad, solidaridad, acompañada de gritos y música con velocidad. Este año editaron su demo y recuerdo que estaban trabajando para otro tape. Se llaman en español pero cantan en inglés. Son del sur de Chicago.  
tierramuerta.bandcamp.com/

-Negative Scanner: Punk, post-punk, NS vendría a ser una de las bandas más queridas de Chicago. De distintas áreas los nombran como banda favorita. Su sonido es maduro y dinámico. Desde hace meses están parados luego que su vocalista, Rebecca Valeriano-Flores, sufriera un accidente automovilístico junto a Hayley, de Dianectics, que la dejó con lesiones de gravedad. Hoy, ambas, se recuperan y están retomando cierta normalidad. Este año Negative Scanner lanzó el long play, Nose Picker y tuvo positiva repercusión, con lanzamiento en Thalia Hall incluido.

-Fuerza Bruta: Hardcore punk con influencia oi! Festivos, a veces; molestos, también. No me gusta el oi! Tampoco FB me deslumbró pero me sonaron agradables, y su gente es simpática. Salvo las camisetas de fútbol no habían suspensores ni normas para el buen vestir oi! Por lo menos cuando los vi en un show junto a Alice Bag en Chi-Town Fútbol. Sus letras, cómo no, hablan de la calle, divisiones, fascismo y sentir asocial. Este año sacaron un tape editado en EE.UU. y Francia. Se llaman en español y cantan en el mismo idioma.
foreignlegionrecords.bandcamp.com/album/verdugo

Porno Glows: Más rock que punk, el sonido es como ese que captan medios online de tendencias. PG es revival, es desordenado y su gente es muy activa en hacer cosas desde la óptica diy. Visten bien, visten loco. El vocalista/guitarrista se autoposee mientras canta, también se calma, pone caras. Y la bajista, tranquila, calma, es una suerte de D’arcy 2018. La baterista acompaña desde atrás. Tienen una demo de 2016. No sé si hay planes para más material, pero tocan bastante en la ciudad.

CT-85: Harcore punk rápido y agresivo. Acaban de sacar una demo por Not Normal Tape, también de Chicago. Acoples, cambios de ritmo, la decadencia de EE.UU., la decepción, la furia.

Red Delicious: Del barrio de Bridgeport. ¡Son geniales! Suenan a viejo, pero sin estar pegados en el pasado. Me gustan. Hardcore (a estas alturas se entiende que no me refiero al shuga shuga ni similares), punk, velocidad y de improvisto cambian de ritmo., hay sintonía. Las vi, no sé mucho qué decir, sólo una vez. La canciones, que no pasan el minuto y medio, están en portugués y son de esas simples e irresistibles. 

-Bonus track 1: Mala Leche: son de St. Louis, pero su vocalista, Antoine, hoy vive en Chicago… él, que ahora tiene 28 años, vivió entre sus 14 y 15 en Quilpué, Chile. Su mamá es oriunda de Valparaíso. De esa época sólo recuerda que la ciudad era pequeña, que pasaban pocas cosas y que conoció muy poco sobre la escena local. Hoy está más actualizado de lo que pasa acá, al nivel que me preguntó por una banda punk de la escena penquista. En tres años han sacado una demo y dos epés, uno por Lumpy Records. En discos suenan a punks con ecos pero en vivo son mucho más rápidos y desordenados.
https://malaleche69.bandcamp.com/album/cassingle

-Bonus track 2: Chi-Town Fútbol, que se ubica en el sur de Chicago y colinda Pilsen, terminó siendo el lugar que más visité para ver shows y conocer gente. También TCC, 2040 y Archer Ballroom Rancho Huevos, son espacios donde se realizan actividades, las tres últimas también del sur.
Chi-Town Fútbol es un espacio gigante donde puedes encontrar tres canchas de baby-fútbol, espacios para ejercitar, para comer y compartir. 
La primera vez que estuve ahí vi Haram y fue extraño: mientras en un salón abierto se realizaba un matrimonio, cerca un grupo de jóvenes jugaba un partido de baby y otros estaban mutando en el patio de comidas… tocaba Haram. Esa noche hubo casi doscientas personas… las tres actividades tenían un baño-camarín en común ¿Y tú crees que hubo punks que fueron a molestar al matrimonio? No ¿Crees que hubo punks que se fueron a beber a un costado de la cancha? No ¿O a pedir monedas o comida al patio de comida? No. Todo en orden, todo en paz, todo con respeto. La gente de las bandas, como pareciera ser norma, llegó mucho antes que empezara la tocata. También es normal que todos pongan atención cuando toca una banda.
La última vez que estuve en Chi-Town Fútbol fue para ver un show privado que realizó Conflict en Chicago. Era mediados de septiembre, esa noche además toco Riesgo. Un amigo que vive en el sector me comentó que los punks más viejos de Pilsen estaban incrédulos, felices. 
Nunca se imaginaron que iban a tener a Conflict en su barrio.  



También en Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=-x16DQZbf44

CISNES SALVAJES 02: RIESGO, LOS VIEJOS PUNKS DE PILSEN.

Riesgo en Chi-Town Fútbol, Chicago. Foto: Tavo.


RIESGO: demo MMXVIII: José Casas de Los Crudos, Carlos Ruiz, ex vocalista de Sin Orden, y el artista mexicano Arturo Fresán, son tres de los cinco nombres que componen esta nueva banda punk de Pilsen, barrio latino del sur de Chicago, que actualmente destaca entre las más interesantes de la ciudad.
Siete canciones sobre descontento y reverb, mucho reverb; suenan a pasado pero sin caer en sonidos comunes, con arte original de Fresán y fotografía de Martín Sorrondeguy. Cisnes 02.


También lo puedes ver en Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=76YcGkDmeWM


Cisnes Salvajes 2, Riesgo, demo.




MAXIMUM ROCKNROLL Y UNA DE SUS ÚLTIMAS PORTADAS

La crisis de la industria de los medios impresos alcanzó a la Maximum Rocknroll. La añosa e inspiradora revista, cierta especie de brújula de la escena mundial, anunció que deja de imprimir su versión en papel.
Los lectores, las nuevas audiencias, se actualizan online; en la misma línea, los sellos y bandas que publicitaban su trabajo abaratan costos de publicidad a través de las redes sociales.
Malas noticias para los medios alternativos.

La siguiente es una banda de Singapur que estuvo girando por Estados Unidos en octubre de 2018. Yo me crucé con ellos en Chicago... y qué tienen que ver esto con la MRR? Que fueron una de las últimas bandas que aparecieron en portada.


También lo puedes ver en Youtube:

miércoles, 7 de noviembre de 2018

DISTURBIO MENOR: EL QUIEBRE, LOS ABRAZOS… Y LA CONTINUIDAD DE SUS VIDAS


Cristian Olea y Julio Cortés son parte de una de las bandas más importantes de la escena hardcore punk diy de Chile. En dos años ampliaron la mirada y salieron, junto a otros pocos grupos contemporáneas, de los lugares comunes, y relataron en su lenguaje la realidad general de las pequeñas historias de una época que la llamaron transición. 

I
VAMOS BIEN, MAÑANA MEJOR
-Sudamérica, nos sigue quedando chica?

- Cristian: ¡Sin duda! Nos sigue quedando chica porque el mito, el relato de los gobiernos democráticos han continuado con el tópico que funda esta República: "El futuro esplendor", "Vamos bien mañana mejor", "Crecer con igualdad", "Los nuevos tiempos", "Tiempos mejores". Y desde ahí, con mayor dramatismo que en los ‘90, está instalado en el sentido común de que somos la excepción "en el barrio"; cada vez más cercano al imaginario que Hollywood y los medios de Comunicación han ayudado a fortalecer: el país a las puertas del desarrollo, ya más cercanos al estereotipo yanqui que inglés; o sea, una sociedad mediatizada, poca reflexión y debate político, presidentes empresarios, dos grandes bloques en el poder, una economía galopante, movimientos sociales más menos controlados, individualismo...Y agregando ahora la migración, que para muchos confirma "lo bien que estamos", todos quieren venirse.
Tal vez era el elemento que faltaba para "parecer del primer mundo".
-Julio: Sudamérica es mucho más grande de lo que uno cree. Chile también. Pero a mí me siguen quedando chicos todos los Estados-nación. Odio el “18”, los partidos de la selección, la tricolor y el chovinismo en todas sus formas. Amo a la sufrida pero alegre humanidad en todas sus diversas formas, culturas y colores. Chile sigue siendo el laboratorio psico-social del capitalismo salvaje, de eso no cabe duda.

Canutos Presos+Julio Cortés=Disturbio Menor.

II
HERIDAS ABIERTAS
Partamos por el final de la primera etapa. ¿Qué paso? Un día escucho un casete grabado con una presentación donde ejecutan una versión de Descendents; luego, a los meses, me prestan un VHS con Disturbio Menor, pero sin Cristian. Yo, a la distancia, no entiendo.

-Cristian: Claro, debió ser más raro en una época en que los registros no fluían con tanta velocidad como ahora. Bueno, la historia más allá de los matices, está marcada porque había una relación de amistad desgastada. Yo en lo personal no me sentía muy cómodo. Con Julio éramos muy inseparables y en un proceso de crecimiento, sumado a personalidades fuertes, hay cosas que pueden suceder que detonan cuestiones que tal vez cada uno no tenía resueltas y explotan.
Cuando tomé la decisión de irme me dolió mucho porque era un proyecto que tenía una prehistoria, estaba encarnado en la existencia de cada uno de nosotros y que claramente estaba dando resultado.
Yo, después, meses después, pude ver la banda con “Chico Leo”; y era raro. La sentía como otra banda, es lógico, creo. Pero sí, era escuchar un vocalista que gritaba y no se entendía nada. Me pareció un poco triste, sé que es otro estilo, pero creo que uno de los aportes que entregó Disturbio Menor era que las letras se entendieran y no reprodujeran una fonética que sentía más anglo.
La parte instrumental, era más fiel a muchas búsquedas que siempre fueron parte de la banda y donde Lautaro (guitarrista) y “Mogles” (baterista) ya tenían más experiencia por lo que significaba Don Fango en sus vidas musicales.
Después de eso, durante el 98 y el 99 me fui reencontrando con viejos amigos con los que hicimos muchas canciones, en formato acústico. Me dediqué más a la militancia política también. Ya a principios del 2000 armamos Mentalpol y después Pornostalgia que significó la superación existencial del capítulo Disturbio
-Julio: Tras casi 2 años de funcionamiento muy intenso, a fines del ‘97 Olea y yo ya no nos soportábamos muy bien, lo cual es comprensible porque creo que nos veíamos más que a cualquier otra persona en esos tiempos. Sumado a eso, la otra mitad de la banda estaba claramente más concentrada en Don Fango, así que al dejar de funcionar nuestra mitad, tras un histórico y psicogeográfico desencuentro en las calles de Buenos Aires, nos fuimos rápidamente a la mierda, siendo Olea el que optó por retirarse primero.
Los otros tres no sabíamos muy bien qué hacer, y se daba la curiosa contradicción de que en esos momentos parecía haber más interés que nunca por la banda, gracias al disco, y a haber tocado sin para por mucho tiempo.
Reemplazar a Olea era poco probable, o más bien imposible, pero yo recordaba haber leído en el folleto del “Todo se volvió negro” de Black Flag que en su era pre-Rollins (para muchos la mejor y verdadera) cuando se quedaban sin vocalista no se hacían mucho drama porque la gente ya se sabía las canciones y en las tocatas agarraba el micro una masa humana que hacía que ni se notara la ausencia de vocalista.
Entonces, hicimos dos tocatas con esa idea, pero invitando previamente a dos amigos, Joao da Silva y “Chico Leo”, para repartirse los temas. Además, como en Disturbio Menor desde el inicio se produjo una espontánea división del trabajo en que Olea hacía las letras y los otros tres trabajábamos toda la música, y teníamos dos o tres temas instrumentales, para la última tocata en la Laberinto (todos sabían que iba a ser la última, menos yo), hicimos un set de cuatro temas instrumentales que nunca grabamos, que ya olvidamos, y que eran bastante buenos en realidad.
Además, hacer un set instrumental era algo que también estaba validado por mi fanatismo extremo por Black Flag (ver “The process of weeding out” y el lado instrumental de “Family man” como ejemplos).
Luego, los otros dos Disturbio que quedaban me comunicaron que no daba para seguir haciendo el set instrumental y/o con vocalistas invitados, y hasta ahí nomás llegamos, más o menos a inicios del 98. Me dejé crecer el pelo. Me cambié de casa. Me puse a trabajar. Ah: y me invitaron a probar el bajo en un proyecto con dos ex Supersordos que se llamó Niño Símbolo.

-Cristian, qué significo para ti que Disturbio continuara presentándose, pensando por un lado desde la amistad y por el otro, desde lo creativo: parte de tus letras estaban ahí. Más aún, después de leer el fanzine que editaron tras el regreso, había más: mucho de lo que aprendiste y conociste tras ver a Los Prisioneros en 1987 estaba volcado en la banda.
-Cristian: Si me remonto a lo que sentí en ese momento, fue decepción. De alguna manera sentía que había tocado durante muchos años con Lautaro y Mauricio. Nos conocíamos desde el colegio, entonces mi primer impulso fue sentir que no seguirían sin mí. Cuando me di cuenta que la banda era demasiado grande para ser desechada de una, entendí que quisieran seguir tocando; había muchas tocatas y posibilidades por delante. Respecto al conflicto con Julio, fue la guerra y después olvidarme. Como que el rencor fue intenso y de duración limitada, lo que creo que fue bueno. Pensar en armar otra banda también ayudó, cuando resultó lo de Pornostalgia me sentí más libre. Todo lo que no podía hacer en Disturbio Menor, sí lo podía lograr con ese nuevo proyecto...me refiero a reivindicar abiertamente influencias como la de Los Prisioneros u otras bandas que nuestra "anteojera" hardcore punk.
Ahora que miro hacia atrás, es mucho menos doloroso y todo parece menos grave. De hecho, creo que se produjera todo eso le da sabor a este momento. Nosotros mismos nos sentimos más libres de reírnos de lo que nos unió y nos separó; la vida nos ha ido regalando la sabiduría para poner las cosas en su lugar y darle su justa medida; ahora que todo resultó tan inesperadamente, podemos hacer lo que queramos.

-Por otra parte, Julio, después tú no apareciste en otra improvisada formación; me refiero a aquella que está en Youtube y que, desconozco el propósito final, sirvió para aparecer en un documental sobre una etapa acotada y tardía de una escena particular que es la del hardcore en Chile... primero, por qué no estuviste ahí? Y segundo: ¿qué te pareció esa reunión para las cámaras?

-Julio: En rigor Disturbio Menor sin mí hizo otra reunión un poco antes. No me hizo ninguna gracia, en ninguna de las dos ocasiones, y de hecho levanté la tesis de que en realidad era una reunión de Canutos Presos… Jajajá, no es sólo una ironía, pues en verdad creo que Disturbio se formó a partir de Canutos Presos, pero precisamente debido a un cambio en la función e integración de ese noble instrumento de cuatro cuerdas que es el bajo eléctrico. Así que si ya era dudoso ver a D.M. sin Olea, o en formato de power trío instrumental, esas otras expresiones me parecían aún más dudosas….
En todo caso, entendía el por qué Olea tenía una especie de derecho a hacer esas reuniones, y en verdad lo que más me llamaba la atención y me molestaba era el repentino interés por tocar este material que veía surgir sorpresivamente en la otra mitad de la banda. Pero una vez me topé con Mauricio, y me dijo que sólo unos años después llegó e entender la relevancia del aporte de Disturbio Menor… A la larga lo entendí. Puede pasar.

-¿Cómo se gestó la reunión?
-Cristian: Esto sí que tiene tintes literarios o cinematográficos si quieres. Incluso pensaba antes de esto que era más posible la caída del Capitalismo que la reunión de Disturbio Menor.
Me llamó “Patán” de los Enfermos Terminales. Primero me pidió el teléfono por Facebook, cuestión que me pareció rara, dije: “Este me quiere hablar de algo importante”. Después al habla, me dice que tiene una productora y que traerá a Loquero a la Blondie. Y ahí caché pa’ donde iba la cosa. Acto seguido la invitación a tocar.
Yo al principio le dije que lo veía bien poco probable porque Lautaro estaba muy ocupado, que no lo veía hace un tiempo y que Mauricio sabía que no estaba tocando. Pero me respondió que Lautaro ya estaba conversado. Entonces, mi pregunta obvia fue si quería que tocara la formación original. Me devolvió la pregunta: ¿Te complica?
Y en este punto, debo confesar que lejos de complicarme, me puse nervioso, pero eran nervios de emoción. Me imaginé lo extraño que podía ser hablar con alguien después de 21 años y juntarse a tocar.
Con Mauricio sabía que se motivaría y así fue, de una dijo que sí.
“Patán” no tenía el fono de Julio, y pa’ que fuera más cuático, yo le conseguí el número a través de una amiga que tenemos en común.
Espera tensa… “Patán” al otro lado del fono me responde: "Te aviso cuando sepa algo".
Pasaron unos minutos, “Patán”, de vuelta: "Dijo que sí"... Yo no lo creía, dijo: "¿Por qué no?".
El resto fue juntarse, compartir unas cervezas y después de unas horas comenzar a recuperar una dinámica que felizmente no estaba muerta, sino que suspendida. Podíamos tocar juntos y disfrutarlo, no sería la reunión interesada y fría de una banda cualquiera.
-Julio: Un día domingo estaba preparando un pisco sour donde mis padres y recibí un inesperado llamado telefónico de “Patán”. Me dijo que quería reunir a la banda para tocar con Loquero, y que los otros tres ya habían dicho que sí, y estaban esperando mi respuesta. No sé si hizo el mismo truco con los otros tres, pero al menos en mi caso, pensé unos minutos la idea, y a pesar de mi aversión general a las reuniones de bandas punk, sentí que no tenía derecho a ser al aguafiestas, y además, sentí en los dedos de la mano derecha que me podía hacer bien para mi cuerpo/mente re-aprenderme esas canciones de tan alta velocidad y múltiples cortes y cambios de intensidad, a mis casi 50 años, y luego de tantos años alejado del formato hardcore punk. Nos juntamos todos más “Patán” a ver si nos tolerábamos bien, y de ahí en  adelante todo salió sobre ruedas, o como dice un amigo: “A pedir de boca”.

Lista de canciones de su segundo show post reunión.
III
ENTRE EL AMOR Y EL FRÍO
-Cuando comenzaron a tocar en los noventa se reunieron porque querían decir lo que ustedes pensaban en la clave musical que les gustaba; eran jóvenes, quizás con más tiempo, energía… Hoy día, ¿qué los instó a reunirse? Para tocar y decir lo mismo de hace 20 años?
-Cristian: Lo primero, honestamente fue disfrutar tocando juntos para gente que sabíamos lo pasaría tan bien como nosotros, cantando estas canciones en un concierto.
Luego, sentir que la banda nunca nos había abandonado. Muchas de las cosas que dijimos en ese momento y cómo las dijimos, estaban marcando una quiebre con cierta tradición punk como también tributando esa herencia; por lo que actualmente, me sigue pareciendo intenso y necesario, porque lo que intentamos denunciar de ese momento histórico, se repite como loop discursivo. Y la forma de componer y sentir nuestra música fue una búsqueda constante.
El punk está constantemente en la encrucijada entre la repetición de una fórmula y la experimentación rupturista. Para mí lo segundo marcó nuestro proceso e incluso ahora sentimos que es necesario tocar esas antiguas canciones como las vivimos ahora y como nos gustaría que sonaran desde lo que somos hoy. Las canciones tienen vida, cada uno escucha una distinta y a través del tiempo se resignifican. Creo que hoy estamos dándole otra vida; y junto con eso, han venido nuevas ideas, saldrán nuevas canciones. Eso será la prueba de fuego, pero a nosotros siempre nos ha gustado el riesgo.
-Julio: Es una muy buena pregunta que no creo que se responda de una sola vez, sino que en la totalidad del proceso mismo que se está dando ahora. Mi primera aprehensión, basada en la práctica generalizada de las “reuniones” varios años o incluso décadas después, era la posible objeción de “extemporaneidad”. Frente a eso, hablamos casi al tiro de la necesidad de reaparecer en el escenario pero no sólo con musiquita, pues como dijo John Cage: “La música (separación imaginaria entre el oído y los demás sentidos) no existe”. Para eso hicimos el librito, ayudados por mi camarada Jaque, que estuvo feliz de poder colaborar con nosotros.
Pero más allá de la cuestión del vínculo entre formas/contenidos, el proceso mismo de volver a ensayar y presentarse en vivo nos ha hecho ver que no tocamos exactamente como hace 21 años. Ha pasado harta agua bajo el puente, océanos enteros de experiencia, y eso es algo que asumimos con todas sus letras, puesto que en verdad sería indigno de nuestro propio pasado el que ahora pretendiéramos sencillamente tributarnos a nosotros mismos como si estuviéramos en 1996/7.
Pero como decía Niño Símbolo, “la nostalgia ya no es lo que era antes”.
Es imposible, y para nada deseable, que en el proceso de tocar como D.M. en el 2018 no estén presentes en el sonido todas las cosas que ocurrieron entre medio, y de las cuales puedo mencionar unas cuantas: Pornostalgia, Niño Símbolo, Enamorados de Varsovia, Intimate Stranger, La última Pelea de la Noche, Fracaso, Colectivo No, etc. 
Aunque a la gente no le guste que Lautaro haga sonar su guitarra de una manera más limpia y con toques de eso que ahora llaman “post-punk”, yo estoy más que contento con el hecho de que no sonemos exactamente igual, sino que como podemos dar vida a nuestros instrumentos aquí/ahora.
Además, toneladas de escucha de libre improvisación y free jazz entre 1998 y ahora me hacen sostener que una canción es sólo una guía, un esquema, un par de referencias, pero las canciones tienen vida propia y nunca están terminada del todo. Como anuncia Leonard Cohen en una de sus canciones de amor y de odio: “Esta canción se ha vuelto vieja y amarga”.
-He conversado con integrantes de bandas que escribieron canciones en los noventa, y con varios hemos coincidido que en estos últimos 30 años continúan los mismos micro y macro problemas sociales con otros protagonistas pero los escenarios siguen siendo los mismos. ¿Qué piensan ustedes? Pues otro puñado dice que el resultado de las redes sociales ha generado ciertos cambios a la hora de enfrentar abusos e injusticias y el campo de batalla es distinto.
-Julio: Rompí con la visión evolucionista-lineal de la historia que es común a la historiografía burguesa, socialista y hasta libertaria, y de la cual bebí plenamente durante mi infancia y adolescencia. Pude hacerlo recién a inicios del siglo XXI; y gracias a la lectura de las “Tesis de filosofía de la Historia” de Walter Benjamin. A partir de ahí, más que estar pendiente de las supuestas novedades de cada época, pongo atención al continuum de dominación/violencia originaria que siempre subsiste lejos de las luces del escenario de la historia oficial, y por eso los cambios de época no me impresionan mucho.
Más bien al contrario: cuando camino por  Alameda con Cumming y recuerdo esa tarde de abril de 1986 en que, recién llegado a Santiago, junto a decenas de compañeros y compañeras de Liceo nos unimos a una enorme y repentina marcha de pingüinos, y ver que cuando aparecieron los pacos fueron repelidos por a lo menos una docena de cocteles molotov… Si hago ese ejercicio de suspender el sentido del tiempo normalizado por el Capital e inscrito en nuestros cuerpos/mentes desde niños, veo que esa revuelta sigue ahí, que nunca ha dejado de librarse esa batalla, y que bajo el asfalto y el cemento hay otra cosa, “otra ciudad, para otra vida”.
Nosotros cantamos desde esa posición en el tiempo histórico, no desde otra, así que no tenemos miedo de dar “saltos de tigre hacia el pasado”. Queremos detectar cicatrices y romper las costras.
Hay todo un mapa ahí, escondido en varios puntos de estas ciudades y nuestras memorias. Por eso y tal como lo aprendí de Greil Marcus en los ‘90, una vieja consigna dadá o de los hermanos del Libre Espíritu puede ser mucho más actual que 20 canciones de trova o pop rock.
-Cristian: Creo que hay problemas que no están resueltos, porque es parte del funcionamiento del Capitalismo. Hacernos sentir la crisis y aprovechar sus propias crisis, es parte de la dinámica. En Chile, particularmente, hay una revolución capitalista despiadada y de lo que se fundó a partir de ahí muy pocas cosas han cambiado, estructuralmente hablando. Junto con eso, la raíz originaria, la genealogía de esta República está marcada por la segregación, el autoritarismo, el patriarcado, el racismo y la explotación. Y los principales soportes del eje Estado-Capital siguen perpetuando bajos nuevas formas aquellas bases sobre las que se levanta toda esta mentira.
Lo que sucedió en un momento es que vivimos el repliegue. Vivimos la atomización y el discurso posmoderno que pudo parecer tan novedoso y literariamente seductor, terminó convenciendo a muchas y muchos de que había que resistir desde esa particularidad. A la vez, buena parte de la izquierda tradicional seguía anclada a la nostalgia setentera o en el pragmatismo acomodaticio de sobrevivir electoralmente y pelear un lugar en la política de Estado.
Seguimos con un gran bloque en el poder. Un monstruo de dos cabezas que habla sólo consigo mismo y se refiere al país, la patria y/o la nación cuando realmente están hablando de su propia clase y los que le obedecen.
Los campos de batalla siempre van mutando. El problema que veo ahora es que muchas veces no nos damos cuenta de que las batallas tienen múltiples frentes y hay que estar atento no sólo a la táctica y estrategia de nuestra Clase sino también la de nuestros enemigos y sus aliados.
La diferencia que yo establecería es que hoy el simulacro de la colectividad, reforzada por "redes sociales" (en la que muchas veces se cae más que se utiliza) nos impide percibir el profundo individualismo en el que vivimos; el cual termina siendo transversal, está en el lado del frente y en nuestra misma vereda.

-¿Tienen planes de crear más canciones? ¿Hoy, ustedes de qué hablarían? A mí me pasa lo siguiente, sobretodo con algunas bandas y personas, ligadas al punk y hardcore (y todos sus derivados), que parecieran estar detenidas en el tiempo, porque tratan temas con un espíritu adolescente-veinteañero y, obviamente, la mirada de una persona de 40, 50 años o más, independiente de cómo te vistas y suenes, es distinta… pero claro, por otro lado hay gente que su vida (y trabajo) está ligado al hardcore punk y tienen una experiencia de vida limitada, eso también es entendible… la famosa burbuja.
-Cristian: “Uf!” ese sí que es desafío. Yo parto de una desconfianza y crítica al discurso generacional. Si bien ha generado históricamente mucha fuerza, cohesión y energía, creo que debe ser superado. Desde ahí me parece que bandas que mantienen ese espíritu en las letras y en la música que hacen, no sé, creo que reflejan una parte del mundo hardcore punk que no comparto, pero con el que me interesa dialogar críticamente. El punk envejece, porque nosotros envejecemos, el punk son las personas que lo construimos, las que pasamos por él. Hay un despertar adolescente y una energía juvenil, pero la rebelión no tiene fecha de vencimiento. La juventud es una energía que va más allá de nuestra edad cronológica; hay tanto joven conservador y aturdido por este sistema, matándose por la farsa de la meritocracia. Creo que nosotros estamos muy frescos, cansados, pero frescos. No hemos dejado de buscar, de cuestionarnos y luchar; eso debe traspasarse a los procesos creativos.
Hemos pensado en canciones nuevas y lo que ha surgido en torno a esa posibilidad es bastante prometedor. Insisto en que aquella química que teníamos para pensar en canciones, se mantiene intacta...sin embargo, estamos tan metidos haciendo cosas, nunca nos detuvimos, trabajamos e hicimos nuestras familias, sin dejar de crear. Seguimos viviendo y pensando un mundo distinto desde las derrotas y pequeñas victorias, cantar desde aquí será ahora nuestra forma de aportar al proceso de lucha que seguiremos dando con todas y todos. ¡Ojalá salgan!
-Julio: Eso es parte de lo que aún no podemos responder muy bien. Hasta ahora, lo que ha surgido espontáneamente es una cierta modificación del viejo cancionero, teníamos 11 ó 12, modificando el final de “Escape” hasta hacerlo sonar como nuestra versión de “Bela Lugosi”, haciendo una especie de coda en dub a “Lúcido”, y sacando una versión en castellano-chileno de “Digital” de Joy Division.
Creo que se están asomando canciones en nuestras cabezas, pero es un poco prematuro decir que así será. Como sea, no tenemos ningún apuro, pues sólo queremos seguir tocando y viendo qué ocurre. Igual me gustaría hacer una sobre “Aula Segura”.

-De hacer nuevo material ¿Seguirían por Masapunk o darían nombre a otra etiqueta? ¿Masapunk hoy en día los representa?
-Cristian: De Masapunk hemos sabido indirectamente, tenemos muy buena onda con todo el mundo que fundó y siguió con el proyecto. Fuimos parte de él activamente.
Sin embargo, por ahora no hemos pensado en aquello. Estamos haciendo todo nosotros mismos, a un ritmo muy rico. Lo más posible es que siga siendo así. Si queremos hacer algo más grande, no sé, grabar un vinilo o algo, sería interesante hacerlo con la colaboración de más gente. Si es con Masapunk la raja, si es con ellos y más gente, mejor.
-Julio: Participé de los inicios de Masapunk, pero luego de unos años ya no seguí. Básicamente porque para ellos era central la etiqueta “anarquista” y yo junto al viejo camarada “Tufo”, que también era parte del sello,  estábamos más interesados en explorar los “marxismos” antiautoritarios (Castoriadis y Socialismo o Barbarie, Debord y los situacionistas, el comunismo de consejos…). Además, desde fines del siglo XX y hasta hace poquito estuve en lo musical más bien dedicado a conocer y homenajear las tradiciones del ruido, la improvisación, el jazz y el dub. A los Masapunk les tengo mucho cariño pero en rigor, no sé en qué están.
A mí me gustaría hacer ediciones nuevas del material antiguo, pero parece estar perdido, y además me gustaría grabar bien nuestro set de ahora. Suena un poco raro eso de regrabar las canciones antiguas pero: a) Nuestras grabaciones eran muy malas. b) Nunca tuvimos un CD de Disturbio Menor, solo casete y vinilo. c) The Mekons y Gang of Four ya lo hicieron y no suenan mal.

- ¿Cuáles son los temas de hoy más urgentes a enfrentar hoy? Como si nada tenemos ideas de extrema derecha con espacios en todos los medios de comunicación. Hubo una marcha a favor de los derechos de la mujer que termina con agresiones con arma blanca. Tarde, pero están cayendo algunos abusadores de la Iglesia. Chile está polarizado, dicen… ¿Está polarizado? ¿O nunca dejó de estarlo? Pero de que estamos enojados, lo estamos.
-Cristian: Para mí el tema que más me obsesiona es disputar el sentido común. Revertir las creencias que se instalan y se refuerzan diariamente para que sigamos repitiendo el idioma de nuestros dominadores. Lo más urgente es hablarle a mundos diversos, no a los convencidos.
La arremetida fascista es la cara despiadada de lo que ha instalado el bloque en el poder. Ahora el Neoliberalismo puede tener también una versión conservadora y autoritaria. Aquel mundo que sentían se caía a pedazos puede tener una segunda oportunidad. Lo terrible es que nuevamente la salida a aquel infierno será siempre volver sobre los ya conocidos miserables que han administrado la herencia de la Dictadura. Cambiar para no cambiar.
Por lo tanto, la polarización es un discurso que se levanta como cazabobos y ahí pueden caer todos. Así que creo que hay que seguir atentos y atentas, ya que las supuestas posiciones "moderadas" son las que terminan aprovechando el escenario. Hacen el negocio y se llenan la boca con el populismo de derecha y de izquierda, para eternizarse y mantener sin alteraciones el modelo.
-Julio: Yo me opongo a la dominación capitalista en bloque: de izquierda o derecha, estatal o privada, con o sin “lenguaje de derechos”.
En este tiempo hemos podido ver cómo las verdaderas asociaciones ilícitas terroristas, porque dominan por el terror, eran la Iglesia y Carabineros de Chile. Eso es positivo para la causa, pero lo que es ambiguo y/o negativo es que como el poder es dinámico, y no tiene problemas en adaptarse, chupar la sangre de varias críticas parciales (anti-neoliberalismo, anti-imperialismo, anti-fascismo) y volverlas parte de su sistema de dominación.
¿Me explico? Atacando sólo al fascismo, se legitima el capitalismo democrático. Atacando sólo a los países imperialistas, no atacamos el fondo del capitalismo: la imposición de la ley del valor, la transformación violenta de todo en mercancía. Apuntando solo al capitalismo neoliberal, validamos al capitalismo keynesiano…Lo que se requiere es denunciar y apuntar al centro mismo del sistema: la Alienación que permite o posibilita la Explotación.
El que gran parte de las luchas anti-patriarcales esté derivando en convertir el lenguaje políticamente correcto en parte de la ideología dominante es otra prueba de esa capacidad adaptativa del capitalismo. Gracias a eso tenemos ahora varias formas adicionales de policía.

-¿Cómo se llevan con las nuevas generaciones? Millenials, Centellials, no sé qué más nombres han aparecido para etiquetar los gustos, pasiones y cultura de los jóvenes. ¿hay algún tipo de vínculo laboral, de amistad…? ¿Cómo ha sido la recepción de los más jóvenes con su música, su mensaje? ¿O derechamente su público es adulto?
-Cristian: Aún no lo sabemos. Creo que hace falta tocar más para profundizar en eso. El día de la Blondie me pareció ver a la gente que históricamente estuvo como también a muchas y muchos que nunca nos habían visto en vivo. Fue muy emocionante. Aparecieron aquellos adultos que iban a las tocatas, aquellos que tenían un vínculo desde lo ideológico con la banda y estábamos todos ahí cantando junto a las gargantas más juveniles.
Ahora que lo pienso, para mí sería lo ideal, poder ser una banda que le habla y se identifica con ese mundo que cree en el encuentro intergeneracional. Aquellas personas que piensan la continuidad de su vida, pudiendo tener todos los cambios posibles, como una lucha que se da hasta desaparecer de este planeta y más allá.
-Julio: Nunca me ha preocupado mucho la edad cronológica de la gente. Puedo ser buen amigo de guaguas, adolescentes, personas viejas, etc. Aunque puede ser que la mayoría de mi generación me vea como un bicho raro. En todo caso, tras las dos primeras tocatas de este retorno vi gente de mi edad y también gente muy joven, que nos agradecían el que hayamos vuelto. Fue lo más emocionante de la post-tocata en la Blondie.

- Cómo sortean el día a día con las redes sociales (Instagram, Facebook, Twitter, Snapchat y otras aplicaciones como Whatsapp)? Ustedes vienen de la época de las cartas, encomiendas, llamadas telefónicas, fanzines, afiches pegados en los muros reales y no virtuales. ¿Da nostalgia o les acomoda esta nueva forma de comunicación?
-Cristian: La nostalgia por aquella época termina siendo transferida a la manera en cómo enfrentamos estas redes sociales. Julio es el más distante de aquel universo. Creo que en general las utilizamos para mover nuestros proyectos musicales y para compartir información. Creo que permite desarrollar contactos interesantes, compartir opinión, organizarte para acciones concretas. Sin embargo, también puede terminar haciéndote creer que todo el mundo piensa similar a ti y que las cosas pueden ser mejores, cuando en realidad eso el efecto de una segmentación programada.
-Julio: Nunca más escribí una carta. A veces las extraño. Pero ya fue….

-Julio, entiendo que tu no usas redes sociales, pero que actualizas desde 2001 un blog, ¿Consideras que las RRSS son nocivas?
-Julio: Más bien no las uso porque no las entiendo mucho, no me parecen necesarias, y ya con el puro e-mail y el teléfono me falta tiempo para responder o enviar todo lo imprescindible en materia de comunicaciones. Pero sí, no hay nada más triste que entrar al Metro y ver a todo el mundo pegado en su propio mundo virtual. Para escuchar música, necesito ver el casete, o vinilo o CD, con su portada y su folleto…Si no, creo que la experiencia no es completa. La diferencia entre sacar un LP se su funda y ponerle la aguja encima, comparado con descargar el disco en “spotiloquesea”, es como la diferencia entre el sexo real y el virtual…supongo.
Y ese blog…no podría eliminarlo de mi vida, pero tampoco le doy mucho tiempo, y a veces hasta se me olvida que existe. Es como una bitácora online….un poco peligroso exponerse tanto, pero en fin, ya está…

IV
TIEMPO RAZONABLE
-Julio, te he visto en televisión litigando contra el Estado, apoyando causas “satanizadas” por los medios de prensa convencionales… te han amenazado alguna vez en este rol de “defensor de los antagonistas”? Cómo llegaste a esa posición?

-Julio: Lo que pasa es que hay bien pocos abogados con simpatías anárquicas. Y entonces, hubo un momento en que la ofensiva represiva contra el Bloque Negro estaba tan anunciada que traté de aportar como mejor podía, usando el terno, la corbata y los códigos para defender compas ante los tribunales. Por cierto…unos compas están reeditando un libro sobre eso: “Estruendo y otros escritos sobre terrorismo y antiterrorismo”.
Lo irónico es que por apoyar algunas actividades hacia 2009 fui señalado por la prensa y TV como una especie de “representante” de los anarquistas (más raro que el banquero anarquista de Pessoa), me detuvieron más de un par de veces, me echaron de un par de trabajos, pero en el intertanto ese mismo vacío en la continuidad de mi esclavitud laboral me permitió dedicarme de lleno a la defensa penal más o menos entre el 2009 y el 2013.
Una vez un capitán de Carabineros me dijo coloquialmente mientras yo visitaba presos en una comisaría que él mismo había estado encargado de leer todo lo que yo publicaba.
Cuando le pregunté a qué se refería con “todo”, me dijo: “a todo pues….alguien tiene que hacer esta pega”. Lo cual no me extraña para nada puesto que con 120 personas en la ANI y varias más en otras instituciones, uno no necesita ser demasiado peligroso para llamar la atención de este sector del Estado, basta con tener una cierta “simpatía por el Diablo”.
Por otra parte, también hay sectores “antagonistas” que me critican y odian por el sólo hecho de ser abogado, dado que ellos creen que la burguesía nos incluye a todos nosotros, los así llamados “profesionales asalariados”. No saben bien lo que la burguesía es en verdad (la clase propietaria de los medios de producción, que no debe incluir más que a un 2% de los humanos), puesto que muestran más interés en el Horóscopo Chino y las cartas astrales que en la Crítica de la Economía Política. ¡Ese sí que es un problema de la joven generación!

-Cristian, en tu rol de profesor, ¿qué opinas de Aula Segura? Están divididas las opiniones pese a la ofensiva comunicacional de Gobierno que, mediante imágenes de violencia unilateral, han tratado de levantar el tema ¿La sala de clases es un lugar peligroso para trabajar?
-Cristian: Aula Segura es otra manifestación más de cómo entiende el Neoconservadurismo la Educación y la escuela. Desde las aulas de la educación pública ha nacido buena parte de las experiencias de lucha colectiva e individualidades que han enfrentado las políticas neoliberales. La educación pública a su vez es una de las áreas más afectadas de los derechos sociales. El Estado ha ido deshaciéndose de lo que siente un lastre, en su política de licitar, concesionar todo rincón de la vida a la iniciativa privada.
Entonces no es novedad que aquellos jóvenes que viven uno de los mayores embates del capitalismo, reaccionen y se movilicen. Ahora, yo tengo una visión crítica del estado actual en que se encuentra el movimiento estudiantil en general. Espero que exista un proceso de reflexión y autocrítica, junto con una mayor profundización de la acción política anticapitalista desde los estudiantes.
Sin embargo, para que eso ocurra, creo que debe existir organización y ausencia de sectarismo; cosas que hoy están instaladas en la cotidianidad escolar y universitaria.
Aula Segura es la salida represiva y un esfuerzo regresivo ante una cultura democrática que los estudiantes fueron intentando instalar en los liceos. Los y las docentes también hicieron un esfuerzo en ese sentido. Una buena parte de los y las que estudiamos pedagogía en los 90, fuimos compartiendo los espacios escolares y aportando en ese sentido.
Hoy el Colegio de Profesores puede sufrir cambios, porque existe también un cambio generacional junto con un cambio de paradigma de cómo entendemos la organización de los trabajadores de la Educación.
Hoy, el gobierno de Piñera pone esta solución, luego de como siempre dejar que la crisis escale. Lo que ha pasado con la violencia es lo que ha pasado también con el financiamiento. Dejan el barco a la deriva, dejan que todo fracase para luego aparecer con la medida extrema rectificadora.
En este caso, no pueden pensar que la comunidad en su conjunta pueda enfrentar de otra manera la cultura escolar, desde el diálogo, la convivencia democrática real y por qué no estableciendo normas entre todos los estamentos. Puede que alguna situación de violencia, ya sea un profesor a un estudiante o al revés, termine con sanciones, pero esto no puede nacer desde una figura unipersonal ni saltándose los mínimos derechos que cualquier sujeto debiera tener.
Hoy hay profesores de Santiago que viven en la tensión permanente y esa situación han permitido que crezca y que las comunidades escolares se fracturen aún más. Entonces, cuando todos desconfían de todos y se ve al estudiante como un enemigo, o “un delincuente”, dijo el más probo, la medida ejemplificadora, la medida urgente, termina viéndose como la única salida.
La misma lógica del Golpe Militar pero en la micropolítica de la Escuela. ¡Necesitamos que alguien nos salve!

-Para mí el hardcore punk que me tocó conocer en la mitad de los noventa fue muy importante porque había un mensaje de tolerancia, de respeto, de apoyo y de aprendizaje que en otras áreas de la vida social no veía, algo en lo que ustedes tuvieron mucho que ver. Tanto así que causas tan masivas hoy en día no me parecen novedosas, están en mi ADN, porque las hice mía hace tiempo… para ustedes, qué les deja Disturbio Menor y lo que hicieron en esos años?, pensando que ustedes eran generadores de contenidos, ya sea musical, a través de fanzines, entre otras cosas.
-Cristian: Toda esa experiencia fue para mí una gran escuela de la política de lo cotidiano. Fue un salto importante, conocer mucha gente, reflexionar y crear desde una subjetividad libertaria. Sobre todo, en un tiempo en que la herencia del mundo libertario no tenía mayores referentes cercanos, las experiencias históricas del Anarquismo en Chile eran un bonito pero lejano espejismo. Por lo que aquella experiencia fue muy intensa. Sentíamos que estábamos diciendo algo que era compartido y que crecía a gran velocidad. Y al mismo tiempo, en torno a la música habían más cosas, todo un mundo.
Comenzamos a ocupar todo el tiempo y la energía en esto. Aunque para mí ser anarquista era primero, ser punk lo segundo. Así me lo explicaba en ese momento. Ahora pienso que era un proceso en que la contracultura punk permitía coordinar ese disturbio menor, que en el futuro habrían nuevos desafíos.
En ese momento, creo que alcanzamos una primera maduración ética y estética. Lo que vino después, todas las vueltas que nos dimos, nos fueron arrojando a otros espacios.
En lo personal, abrirme a lo diferentes; salir al encuentro de lo intergeneracional; poder ir más allá de la burbuja contracultural, me hizo crecer, sin abandonar todo lo que traía conmigo.
Hay mucha gente con la que me encontraba años después en organizaciones políticas y/o sociales. Compartíamos esa escuela, pero que creo que es muy noventera. En la actualidad creo que la cercanía entre esos mundos debiera ser mayor, lograr permearse, pero para eso creo que falta.
-Julio: Creo que aunando en red los esfuerzos de mucha gente, entre todos logramos crear una comunidad en esos años. A mí no me gustaba la escena punk destroy previa, ni tampoco la escena machocore que surgió después. Pero al menos entre 1996-98 se logró crear algo interesante, que aún resuena en las vidas de todos quienes ahí estuvimos, haciendo excepción de ese porcentaje por suerte bajo de gente que migra de estas escenas y reniega de todo.
Hablando con Olea el otro día yo le decía que mientras Lautaro y Mauricio eran los “músicos” de la banda, él y yo éramos más bien sujetos políticos que tratábamos de usar las letras y las cuerdas como armas. A diferencia de que gente que armó bandas y luego se politizó, nosotros dos veníamos de mucho antes trabajando en diversas “experiencias organizativas”, y lo que nos faltaba y nos inventamos con Disturbio Menor fue un vehículo para poder expresar esa misma inquietud, pero en formato de banda hardcore punk.

-¿Qué se ven haciendo de aquí a 20 años más?
-Julio: Escuchando música, odiando el sistema capitalista, disfrutando de los pocos pero buenos placeres de esta vida, y creando junto a otros momentos aunque sea breves pero intensos de verdadera comunión. No podemos cambiar nuestra forma de ser a los 47 años, sino que tan sólo modificarla un poco en un sentido favorable a aquello en que creemos. Me gustaría eso sí poder dedicar más tiempo a escribir. Antes de que todo se me empiece a olvidar.
-Cristian: Primero espero vivir 20 años más en una condición digna como para que valga la pena hacerlo. Me veo disfrutando de mis hijos grandes, eso sería maravilloso. Y viendo nacer más canciones en el formato que sea, tocando en una banda o como solista. Nunca he dejado de hacerlo y si la condición física me lo permite seguiré haciéndolo.
Quiero seguir grabando en mi casa o en la de amigos, en alguna sala o en un parque. Nunca detener ese proceso de buscar música en mi cuerpo y en mi entorno.
También me veo en el frente de jubilados, dando nuevas peleas o disfrutando de las victorias del futuro. Espero también beber una cerveza y reír con mis compañeros de Disturbio Menor, escuchando la música que nos hace sentir vivos y jóvenes.

(Entrevista realizada el 21 de octubre de 2018)

BONUS TRACK:



Disturbio Menor en vivo en Espacio Riesgo, Chillán. La presentación fue en el marco de las dos tocatas que realizaron en el sur de Chile a principios de noviembre de 2018.

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